Llevar una vida contemplativa es encontrar momentos de tranquilidad, y también integrar prácticas conscientes que beneficien tanto a la mente como al cuerpo, esto puede tener efectos sorprendentes en nuestra salud, mejorando nuestra piel y nuestra apariencia.
En la sociedad moderna, donde el estrés y las prisas dominan nuestro día a día, la idea de llevar una vida contemplativa puede parecer una utopía, sin embargo, hoy te vamos a dar las claves para poder hacerlo con prácticas muy sencillas que puedes incluir en tu día a día.
1. La Respiración Consciente
La respiración es una función vital que a menudo damos por sentada. Sin embargo, respirar de manera consciente y profunda puede tener efectos poderosos en nuestro bienestar.
La respiración profunda activa el sistema nervioso parasimpático, lo que reduce el estrés y la ansiedad. Al disminuir el nivel de cortisol en el cuerpo, se favorece una piel más saludable y menos propensa a imperfecciones. Practicar la respiración consciente diariamente puede ser tan sencillo como dedicar unos
minutos cada mañana para inhalar y exhalar profundamente, prestando atención al movimiento del aire dentro y fuera del cuerpo.
2. La Meditación
La meditación es una práctica milenaria que se ha demostrado eficaz para reducir el estrés y promover la salud mental. Numerosos estudios han encontrado que la meditación regular puede mejorar la función inmunológica, disminuir la inflamación y ralentizar el proceso de envejecimiento celular. Para aquellos
que buscan mejorar su apariencia, la meditación puede resultar en una piel más radiante y una apariencia más juvenil.
Comenzar con sesiones cortas de 5 a 10 minutos al día y aumentar gradualmente el tiempo puede ser una excelente manera de integrar la meditación en tu vida.
3. El Yoga
El yoga combina la respiración consciente con posturas físicas, creando una práctica que beneficia tanto al cuerpo como a la mente. Practicar yoga regularmente puede mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos y aumentar la circulación sanguínea.
Esta mayor circulación puede resultar en una piel más
brillante y una apariencia más saludable. Además, el yoga es conocido por su capacidad para reducir el estrés, lo que contribuye a un equilibrio hormonal más estable y una mejor salud en general.
4. La Atención Plena o Mindfulness
La atención plena, o mindfulness, es la práctica de estar completamente presente en el momento. Esta práctica puede aplicarse a cualquier actividad diaria, desde comer hasta caminar.
Estar plenamente presente reduce el estrés y aumenta la satisfacción general con la vida. Las investigaciones han demostrado que la atención plena puede mejorar la calidad del sueño, reducir la ansiedad y, en última instancia, mejorar la apariencia física. Incorporar momentos de atención plena a lo largo del día puede ser tan simple como tomar unos minutos para observar el entorno o concentrarse en las sensaciones corporales.
5. La Naturaleza como Terapia
Pasar tiempo en la naturaleza es una forma poderosa de llevar una vida contemplativa.
Estudios han mostrado que estar en contacto con la naturaleza puede reducir los niveles de cortisol, mejorar el estado de ánimo y fortalecer el sistema inmunológico. La exposición al aire fresco y la luz solar también pueden beneficiar la piel, proporcionando vitamina D y mejorando su apariencia general. Intentar pasar al menos 30 minutos al día al aire libre, ya sea caminando por el parque o simplemente sentándose en un jardín, puede tener efectos positivos significativos en la salud.
En un mundo que a menudo nos empuja a la rapidez y la productividad constante, tomarse el tiempo para vivir de manera contemplativa es un acto de amor propio y cuidado personal que nos recompensa con una mejor salud y bienestar.
Cuéntanos si ya has probado alguna de estas prácticas en tu vida o si tienes una propia de hacerlo, te leemos.
Con cariño,
MayBeez.
Foto de Fuu J en Unsplash
